El ser humano.

"El ser humano se adapta a todo. Supera el dolor, cierra historias, empieza de nuevo, olvida, hasta que consigue sofocar las más grandes pasiones. Pero a veces basta con nada para comprender que esa puerta nunca se cerró con llave."

miércoles, 1 de enero de 2014

Hoy.


Día dos de enero. Para mis recuerdos lo que era una especial fecha, hoy en día sigue siéndolo, pero aquí me hallo escribiendo cosas que me salen solas a través de un teclado de un ordenador. ¿Por qué sigo dándole vueltas? ¿Por qué pienso en el no y en el sí? ¿Por qué después de unos meses no consigo superarlo? A cada momento te recuerdo, no consigo dar fuerza en continuar en este camino. Me quedé atascada. Lo irónico es que en el día me había notado de alguna manera como, sin ganas, que algo me faltaba por hacer y el sueño me invadía. Ahora entiendo las razones. Estaba al día de llegar.
Me he percatado tarde, y es cuando todo ha empezado, las lágrimas, el llamarte por tu nombre sin obtener respuesta, etc. Estoy sumergiéndome demasiado dentro de mis recuerdos, sin escapar de recordar las sonrisas y las risas que tenía a tu lado, de quedarnos hasta que no aguantaramos más con el sueño solo por disfrutar de la compañía del otro. No he sido perfecta contigo. He sido una cobarde por huir de la realidad, por no haber sabido lo que era hacerte feliz plenamente, de haber fallado en mis promesas y juramentos, de haber permitido que todo me ganara para alejarme de ti. Aún tenga ganas de estar ahí, permanecer a tu lado, no puedo por mucho que tenga todo alojado dentro de mi mente. Ni siquiera sé las razones de no poder. Todo dejó de funcionar para mí de repente aunque todo sigue dentro de mi pecho.
 
Me llevo arrepintiendo días y meses de tal decisión, ¿y sabes? He intentado superarme, he intentado mantenerme fuerte, pero este día no soy capaz.
No tengo nada que celebrar.
No tengo razones para sonreír.
No te tengo a ti.