El ser humano.

"El ser humano se adapta a todo. Supera el dolor, cierra historias, empieza de nuevo, olvida, hasta que consigue sofocar las más grandes pasiones. Pero a veces basta con nada para comprender que esa puerta nunca se cerró con llave."

viernes, 6 de abril de 2012

Desapareció.

No podía concentrarse en la música, ni el baile, ni en nada. ¿Qué le pasaba? El corazón se le encogió, tragando saliva, quiso ignorar aquello que su conciencia le susurraba todo el rato. No aguanto más, pateó de una vez la grabadora rompiéndola una vez impactada contra la pared. Cerró los puños apretando con fuerza, viendo con fijeza su rostro en el cristal. Emociones;enfado, tristeza, decepción, sin vida...
Aquel nombre, aquella chica se le apareció a su lado, tan solo la mente se la jugaba, como otras muchas veces. Sin embargo, esta vez la veía destruida a ella como estaba él. Esos ojos sin vida, una sonrisa forzada, y lo veía, deseaba llorar. Le partía el alma verla de esa manera. ¿Por qué? ¿Por qué le mostraba eso cuando ya estaba lo bastante mal? ''Porque te importa, porque quieres verla...'' Negó, no podía después de lo pasado. Alzó las mangas de la chaqueta, aun tenía las marcas, no se veían de lejos pero si de cerca. Agachó la cabeza, agradecía que su ángel de la guarda le hubiera curado esas heridas. Así le decía él a la chica que conoció en una agencia.
-Onii...-Susurró, llevo las manos hacia sus oídos, tapándolos con fuerza para empezar a negar.- Onii...-Otra vez, ¿por qué?- No sufras...
Es cuando, todo dejo de tener sentido. Ella estaba sufriendo o eso veía, entonces, ¿por qué se lo decía a él? Lo entendió de una, porque la muchacha reflejaba como estaba él en esos momentos. Ya había empezado a llorar.
+Soy imbécil, princesa...No hago más que meter la pata y mírame...ni la música me alegra.-Llevó la mano hacia el espejo, queriendo atravesarlo, dar con esa ilusión.
-Lo siento...
Y desapareció.
Que otra vez tengo que pensar que no estás aquí, que de nuevo vienes a mi mente y me confundo. No entiendo nada, solo se que me duele el alma de una manera inimaginable. Tener la sensación de que te tengo más cerca de lo que pueda imaginar, de que estás junto a mi a pesar de que no te vea y que me sigues diciendo: Eres guapa, joder, créeme.
No...Me estoy volviendo loca, te imagino, te pienso y encima a veces en sueños apareces. Se me encoge el corazón y siento una sequedad por toda mi garganta. En todo mi ser abunda la ira, odio y desperación, ¿por qué? Por no tener aquí, solo deseo que vuelvas, que me alegres el día, que quieras saber todo lo que te has perdido y que digas que te perdone. Que vuelva a ser como antes...

No pides que pare sino puedo controlarlo.

No puedo remediarlo, soy imbécil hasta las trancas, cada palabra dicha me hace daño ahí dentro. Es como un veneno letal que me va consumiendo desde a dentro, haciendo que me baje a un pozo hondo por momentos. Me cuesta hablar, solo quiero gritar hasta quedarme ronca. Quisiera poder decirte todo, dejar de esconderme, poder evitar que me hagas ese daño. Sería todo mejor y a la vez peor, porque hay dos posibilidades de lo que pueda pasar. Por ahora me toca callar en silencio, me toca oír todo y derrumbarme a tus espaldas. Llevo mirando un buen rato, no hago otra cosa que llorar sin que nadie sé de cuenta. Soy una buena actriz, hoy no lo fui al principio pero ahora sí. Mantendré mi boca cerrada a partir de hoy, tan solo con ellos tres podré ser como estoy. Cada vez que esté así ya sé a quien acudir. Siento tanto que ser así, siento callarme las cosas, siento ser una cobarde que no se atreverá nunca a decirte cuanto te necesita en realidad o cuanto te quiero. Me duele mucho esa parte, tan solo llevo mis manos a las mejillas, secando las lágrimas derramadas por algo que ni debía de haber empezado.
Quiero romper cosas, quiero salir de aquí y correr con fuerzas, quiero un abrazo, quiero calmarme....quiero dejar de llorar...

Luchar cada día.

Me cuesta cada día mantener una sonrisa pegada al rostro, me cuesta tener que decir que estoy bien a pesar de como ando por dentro, me cuesta tener que admitir que algo pasa, me cuesta articular una palabra en momentos así echándome a llorar a la primera o frustándome, hasta romper algo. Nunca creí que me dejaba vencer o eso pienso, porque cada día que pasa es una nueva lucha, un nuevo reto de seguir en pie a pesar de los golpes que recibo. Nunca eres consciente de que creas, nunca eres consciente de que me has dañado una vez o más, nunca eres consciente de cuanto te necesito.
El orgullo y le miedo me pueden, haciéndome alejar de ti cada día más. Mientras que por detrás, recurro a ellos con el alma partida, con el corazón balanceándome de un lado a otro, pesado, lento...Sin vida casi. No te conseguiré, ni tampoco te tendré, ahora mucho menos de confirmar una sospecha. Quizás es mi hora de decirte adiós sin haberte dicho hola.
Quizás es hora de dejar esto atrás aunque sufra peor de lo que ya estoy haciendo.
Quizás esto es lo mejor...o lo peor...No lo sé.
Solo sé por hoy, que quiero tenerte lejos de mi.

¿Qué harías tú?

¿Alguna vez has tenido que renunciar lo qué sientes por una persona? ¿Alguna vez te planteaste rendirte de una vez solo por una persona? ¿Alguna vez has sentido que debes ayudar a esa persona, renunciando a lo que sientes? En estos momentos, compruebo que por segunda vez me vuelve a pasar. El destino me la vuelve a jugar. Otra vez esa dura decisión. Sabe perfectamente que caeré, que no lucharé, que permitiré por segunda vez que pase todo esto. Pero esta vez, ayudaré a esa persona porque lo necesita, porque es quien se lo merece más que yo. Sé que soy muy buena, sé que debería hacer otra cosa, sé que debería luchar...pero....¿Cómo me sentiría yo después de arrebatárselo a esa gente? Sé que así no sería feliz, sé que me sentiría culpable, que en el fondo todo aquello por lo que habría luchado no es nada por ver a una persona desdichada. 
Me confundo...Y mi cabeza repite que renuncie, que deje todo, que haga lo de siempre, ayudar. Mi corazón pide lo contrario, quiere que sea fuerte, que a pesar de esa dificultad, que salga adelante y plante los pies. Mientras mi interior debate, yo me conformo con pasarme aquí, pensando segundo tras segundo, minuto tras minuto, hora tras hora, qué hacer.
Es simple...Ser egoísta y no renunciar o ser buena persona y renunciar.
¿Qué harías tú?


I just wanna kiss, I never wanna miss. I’m dying four you kiss. (Solo quiero un beso tuyo y nunca quiero perderlo. Estoy muriendo por un beso tuyo.)
Llega un momento que no sabes cómo actuar, qué decir o qué hacer para controlarte. ¿Lo mejor que podrías hacer? Enfrentarte a la situación, es la más arriesgada, pero sin duda es la mejor opción que podrías tomar. La otra, sería dejarlo correr, salir huyendo. La pregunta sería…. ¿Qué elegirías tú?

Esa persona.

¿Nunca has sentido que aunque esa persona te haga daño es lo que quieres tener en tu vida? ¿Que la única persona por la que lloras es la que puede hacer que pares de llorar?
La única persona que te puede levantar, y la que te puede hacer caer una y otra vez. La única persona que es capaz de hacerte sonreír con pocas palabras o tan solo te muestra su atención, pero al igual, ponerte mal por unas simples palabras o acciones, consiguiendo hacer que tu cabeza reaccione de maneras que nunca imaginaste. La única persona que con un simple ''Te quiero'' te hace más feliz que nadie en el mundo, y cuando no te hace ni puto caso rompes a llorar sin ningún motivo. La única persona que te preocupas a todas horas, que te haces miles de preguntas sin respuestas y te desesperas hasta tal punto de ponerte de mal humor.
La única persona que sabe....como alterar tus sensaciones.