Con tan sola decirle:¨Sin ella, ya no estoy vivo...Ni nada me mantiene vivo.¨
Le dijiste a ella que era lo que te mantenía con vida en ese sentimiento vacío...¡Era mentira! Desde el principio todo lo fue, solo la utilizaste para calmar tus hormonas y llenar el hueco vacío que había en tu corazón. Después de que la otra te dijera que estaba harta de fingir algo que ni siquiera había, fuiste donde ella y le dijiste que nunca volverías...Mataste aquella niña alegre, tierna y sobretodo pura. ¿Qué quedo? Nada más que vacío, una persona fría que no deja que nadie traspase su capa, se encerró en ella misma con la mirada de su mejor amigo a su lado. Nunca volvió a ser igual...
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